Domingo
Día 7 de Julio Kilómetros
recorridos: 2240
Viajando
de Turquía a la desconocida Bulgaria… empiezan los problemas
Amanece
un día más en Estambul, toca levantarse pronto, y nos esperan muchos kilómetros,
subimos a las máquinas y empezamos ruta, y otra vez… casi doscientos kilómetros
de fuerte viento que por suerte iba amainando a medida que nos acercábamos a
Bulgaria, paramos en un bar de carretera turco donde tomamos un buen té y
algunos dulces, es en ese momento que le comento a Antonio que noto que la Sym
no va muy bien, culea un bastante y me da cierta sensación de inseguridad.
Nos acercamos a la frontera, estamos en
Bulgaria, aqui la diferencia es notable, menos trámites y mucha amabilidad, ahora
el escenario ha cambiado, nos encontramos en un país que da cierta sensación de
abandono, las casas parecen abandonadas y todo es viejo y oxidado y las cigüeñas anidan en las farolas, por cierto la autopista es gratuita y os podéis imaginar
porqué, los preciosos paisajes e interminables campos de girasoles nos distraen
durante el trayecto, ahora toca comer, pero que moneda tiene Bulgaria?, el
cajero más próximo está a 300 kilómetros!
Frente a la frontera Turco - Búlgara
Nidos de cigueñas
Camino a Sofía
Campos de girasoles, esta foto se la prometí a mi amigo Fede, otro gran motero.
Una
vieja carretera y un delicioso restaurante Búlgaro…bajo la lluvia
La
ruta nos va llevando hacia una curiosa carretera donde el centro está
ligeramente más elevado que el resto, la sensación es que te vas yendo hacia el
arcén, buscamos un lugar para comer, pero aceptarán euros?, aquí la moneda es El
lev (en búlgaro лев), encontramos un restaurante de carretera, muy acogedor, la
carta estaba en búlgaro e inglés, facilitó las cosas y el dueño excelente
persona nos aconsejó muy bien, ensaladilla rusa?, nooooo!, nada de rusos aquí!,
así que comimos carne a la brasa y rellenos salseados de col con carne y arroz
con muchas especias y la típica ensalada de tomate pepino y queso, acompañado
de buena cerveza y té, todo excelente y muy barato… aceptó euros gracias a
Dios.
Empieza
a llover fuerte, aunque gracias a nuestro amigo que quiso que pongamos las
motos dentro de la terraza frente a las mesas, pudimos proteger del agua la
electrónica que llevábamos a bordo.
Que delicioso estaba todo!
Las motos protegidas de la fuerte lluvia... se quedarán a comer?
Problemas
con la rueda y un camino para olvidar
Ha
parado de llover y seguimos ruta, es ahora cuando la rueda trasera de la SYM
daba más problemas, la falta de aire era preocupante, aparcamos en una
gasolinera vieja y oxidada, como abandonada aunque realmente no lo estaba,
sacamos el compresor y llenamos la rueda, ahora aparece la fatiga que ha
sufrido el pinchazo que reparamos en Barcelona, bendito compresor!
El
GPS nos indica un desvío de diez kilómetros para llegar a Sofía, el terreno es
digno de una trail, los socavones son casi imposibles de esquivar, y el camino se
hace más y más impracticable, para colmo, la lluvia empeoró notablemente el
terreno engañando con el agua la profundidad de los baches. Esta situación fue
la causa de que las dos motos salieran muy tocadas, la rueda de la SYM y la suspensión
de la Burgman pronto nos pasarán factura…
A mal tiempo buena cara
Y me reía cuando Antonio dijo de llevarse el compresor...
Observese el estado de esta gasolinera... ni aire!
Este fatídico camino fue el origen de futuros problemas
Sofía
la gran capital búlgara y un hotel de película de espías
Llegamos
a Sofía con las ultimas luces, no sabíamos dónde dormir, la acampada no era
viable ni tampoco los casi inexistentes campings de aquella zona, decidimos
buscar hotel y entre viejos tranvías y calles empedradas vamos preguntando a
cada hotel si hay habitación disponible, fueron tres sin conseguirlo, en mi opinión
creo que no les gustaba nuestro aspecto, finalmente encontramos uno que si
accedió a alojarnos eso sí, regateando!, faltaba más!, acabábamos de venir de
Turquía.
Curioso
hotel, tipo antigua URSS, techos altos, vetustos y espartanos, paredes vestidas
con telas y divisiones de madera como de antiguas cabinas de teléfonos, como
una película de James Bond, la habitación es inmensa tipo suite, con una vista
a las calles del centro de Sofía llenas de cables por los que pasa el tranvía…
veremos la ciudad mañana?
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