Martes
Día 2 de Julio Kilómetros
recorridos: 283
Navegando…
Nos
encontramos a bordo y navegando con muy buena mar, vamos a comer alguna cosilla
en el Self-Service donde nos sirven la peor lasaña que jamás hemos probado, y
atendidos por un servicio que a decir la verdad, estaba perfectamente a la
altura de aquel extraño amasijo de pasta y puré de carne, no obstante el barco
tiene muchas instalaciones donde no aburrirse durante la travesía, sobre las 11
de la mañana, hacemos escala en Porto Torres en la isla de Cerdeña, y ya por
la tarde a poco de llegar a puerto pudimos ver un grupo de delfines que jugaban
con la estela del barco.
Porto Torres, Cerdeña... como un par de turistas.
Escala en Porto Torres, coches preparados para embarcar.
Piscina y tumbonas para una agradable travesía.
Civitavecchia…
rumbo a Caserta, mucho frío y... peaje gratis.
En
las cubiertas de coches del barco el movimiento es desenfrenado, los camiones
pasan rozándonos y entre gritos del personal para aligerar el desembarque,
subimos a las motos y bajamos la enorme rampa de acero, ahora esto empieza en
serio!, nos encontramos en el puerto Italiano de Civitavecchia, en el Mar
Tirreno, a 80 kilómetros de Roma, anochece y la ruta se hace muy dura, quien lo
iba a decir!, hace mucho frío y no vamos con la ropa adecuada!, castañean los
dientes y tenemos que hacer algunas paradas para reponernos, al llegar a la
salida de la autopista me doy cuenta que he perdido el ticket!, me acerco a la
moto de Antonio y tras comentárselo, decidimos hacer un “simpa”, a la una… a
las dos… y a las tres!, y salimos zumbando con la valla abierta, los 13 euros
que me he ahorrado sirven para invitar a más de un café a mi colega, que por
esa acción perdió los guantes… y no serán los primeros que se pierden.
Recién desembarcados, ya esta todo todo a punto para iniciar viaje.
A 130 kilómetros del destino, una de las obligadas paradas durante el trayecto nocturno, mucho frio!.
Caserta,
un hotel con luces de neón azul…
Para
quien no conoce Caserta os aseguro que es un lugar surrealista, principalmente
de noche, son las 23:30, las calles están llenas de auténticos socavones,
bandadas de perros abandonados cruzando por todas partes, coches cruzando a
toda leche con la música a tope y más de un indigente botella en mano
mirándonos con asombro.
El GPS, nos lleva al hotel, lo elegimos en esta pequeña ciudad para evitar hacer noche en Nápoles, por motivos obvios de seguridad.
En
una calle estrecha donde los coches “vuelan”, aparece un letrero “HOTEL”, en
neones de color azul que se encienden y se apagan en el mejor estilo de una película
de gansters, allí nos recibe una encantadora mujer rubia que nos hizo olvidar
por unos instantes las penurias del viaje, por cierto se me olvido preguntarle
porque se llamaba “Baby” este hotel…, el parking que anunciaban era una enorme
puerta que escondía un patio interior donde confluyen las terrazas de las
plantas bajas del vecindario… el olor a fritanga invadía el lugar…, subimos a
la habitación estilo Art Decó… aunque mejor diría Art Attack, donde jamás
olvidaré el dolor que me produjeron los muelles de aquel colchón!, he dicho colchón?, diríase
muelles enfundados en una sabana, sería duro hasta para un fakir, y ya no pude pegar ojo, así que entre aquel
jolgorio callejero nocturno y los infernales hierros que se clavaban, esa falta de sueño nos pasará factura en
Grecia…
Entiendo que tras bajar del ferry de Barcelona os fuisteis de noche hasta Caserta? Qué locura
ResponderEliminarEl dia 21 de mayo voy de Valencia a tomar ese ferry y bajar a Brindisi para cruzar a Igumenitsa y de allí por Salónica a Estanbul, Sofia, Skopie, Printina, Belgrado, Sarajevo, Mostar, Zagreb y Trieste donde llegará mi mujer en avión para hacer el resto de los Alpes que no hicimos el año pasado.
El año pasado cruzamos a Durres en Albania y subimos por la costa hasta los Dolomitas.
Teneis algún consejo que darme en los sitios que habéis estado? Yo voy solo en mi Africa Twin 1000 hasta Trieste