domingo, 28 de julio de 2013

Martes Día 9 de Julio


Martes Día 9 de Julio                         Kilómetros recorridos: 3295

Una mañana gris…  pero una buena noticia

Amanece a orillas del Danubio un día gris, la noche ha sido fría y húmeda, por suerte tenemos la primera alegría del día ya que después de forzar  y girar en frío el amortiguador de la moto de Antonio, finalmente se ha podido re colocar a su sitio original, ahora nuestros ánimos han cambiado y salimos bastante ilusionados del aquel tugurio de camping.

Recogiendo el campamento

Ultima vista al Danubio


Belgrado, un buen desayuno y empieza la ruta a Bosnia

Hambrientos después de un duro día sin comer, buscamos en Belgrado un lugar donde desayunar, el instinto nos lleva a una pequeña granja donde dos encantadoras señoras sirven pasta de hojaldre rellena de queso y carne caliente, las piezas son enormes y las van cortando según se piden, nuestros trozos se salen del plato, y para beber, dos enormes yogures, nos sentamos en una pequeña mesa de mármol mientras nos miran, es entonces cuando llaman y nos presentan a su hijo Lazslo, el habla inglés perfectamente, mira con curiosidad nuestras motos cargadas en la puerta y se interesa por nuestro viaje, ya tenemos otro seguidor, le regalamos un adhesivo y partimos… toca visitar la ciudad.

No era fácil darse cuenta que ahí había una granja

Lazslo, buena gente...  disfrutó de nuestra aventura

Pasada la frontera, ahora Bosnia!


Bosnia Herzegovina,  una carretera cortada nos descubre un país de ensueño

Nuestro objetivo es llegar a Sarajevo, para ello debemos salir de Serbia cruzando la frontera de Croacia para luego entrar en la de Bosnia, hace mucho calor, el paisaje es precioso, lo que nos sorprende es ver por todos los sitios donde pasamos, casas destrozadas que muestran el oscuro color de haber sido incendiadas durante la guerra,  iniciada en 1992 y que duró hasta 1995.
Un letrero indica que la carretera que va a Sarajevo se encuentra cortada por obras, el desvío nos conduce a una pequeña y divertida comarcal, es entonces cuando un error del GPS, nos lleva a un aislado rincón donde aparecen cuatro hombres asombrados de vernos aparecer por allí, estaban muy contentos y nos querían explicar muchas cosas, en estos momentos te das cuenta que no siempre el lenguaje es una barrera, con saludos y abrazos nos despedimos sabiendo el camino correcto.

Gente encantadora!


En un rincón insólito de la bosnia profunda, nos reciben como seres de otro planeta

 Por la pequeña y estrecha comarcal disfrutamos de un paisaje increíble, casitas llenas de flores rodeadas de verdes montañas, detrás de una loma sobresale la torre de una iglesia ortodoxa, paramos para verla de cerca y al momento nos recibe un hombre encantador acompañado de un chico, tienen una pequeña barraca de madera vieja donde hay algo de bebida y algún comestible, al rato aparece otro joven, “Den” con su vieja moto, una “Tomos”, TOvarna MOtornih koles Sezana (Fábrica de Motos Sezana), al momento el grupo nos rodea y nos observa como si hubiésemos aterrizado de una nave espacial, miran con todo detalle nuestras maquinas mientras comentan todo lo que ven, nosotros explicamos buenamente aquello que quieren saber, otra vez se respira buena sintonía, compramos agua, una pieza de longaniza y después de regalarles algunas pegatinas, nos despedimos de aquella noble, humilde  y encantadora gente,  lo mas impresionante es que cuando arrancamos las motos, "Den", con las manos nos hizo gestos que indicaban que no corriéramos...

 Junto a la preciosa iglesia, se erige un panteón que recuerda a los fallecidos del lugar durante el triste conflicto que acabó con 100.000 personas, eran todos muy jóvenes…



Preciosa iglesia ortodoxa

Haciendo amigos... con ellos es muy facil!


Uno de los muchos momentos de reflexión...


Mucho rato estudiando nuestras máquinas


"Den", ya tiene su pegatina, fijaos en el alambre que sujeta el tapón de gasolina, sin puños y sin frenos...

Los chicos nos acercaron este escarabajo, en una muestra de gratitud.


Sarajevo  un oasis en la ciudad y una autopista… otra vez gratis

Llegando a la capital Bosnia aparece de nuevo la lluvia, toca refugiarse en una gasolinera donde aprovechamos para hincar el diente al delicioso embutido que compramos y también a unos dulces adquiridos en un mercadillo de Belgrado. Al aproximarnos a Sarajevo, entramos en una nueva y moderna autopista, son unos 50 kilómetros de asfalto nuevo…, ya era hora!, nos acercamos al peaje y allí no hay nadie, las barreras abiertas y un letrero que no entendemos, somos varios los vehículos que estamos esperando, al momento aparece un empleado y nos dice que pasemos, hoy no se paga!, debido quizás por encontrarse en fase de construcción, el caso es que… otra autopista gratis!
El largo viaje ha vuelto a dejarnos muy tarde en la capital donde solo nos queda el recurso de buscar alojamiento, casualmente encontramos un pequeño hotel, es nuevo y solo lleva abierto seis meses, todavía huele a pintura, por 13 euros tenemos una increíble habitación con desayuno incluido, y el trato del encargado del establecimiento era de lujo, un bosnio medio italiano muy amable que nos facilitó mucho nuestra estancia en Sarajevo.

Desvio a Sarajevo

Y llegó la lluvia... día de perros

El también tenía derecho

Esperando la calma...

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